En el tradicional mensaje de Navidad, Gallardón aseguró que si algo caracteriza a la ciudad de Madrid es que es "una ciudad viva", frente a otras capitales del mundo a las que "el carácter oficial las aplasta y se convierten en espacios más burocráticos que identificativos del auténtico sentir y latir de sus ciudadanos".

"Eso no nos pasa a nosotros", dijo el alcalde, "que somos una ciudad inquieta y vibrante y donde todos intentamos desarrollar nuestras ilusiones". Por ello, invitó a los madrileños a que vivan intensamente estas fechas y las disfruten en familia, y les deseó "lo mejor" para el próximo año.

La alusión a las obras no faltó en su discurso. Según Gallardón, este año ha sido "muy intenso" para los madrileños, ya que "hemos puesto fin a una parte importante de ese gran proyecto de transformación de la ciudad", con nuevas infraestructuras de transporte, por lo que invitó a los ciudadanos a "redescubrir" y conocer "esos nuevos espacios, plazas y calles que hemos ganado para los peatones".

Gallardón, que agradeció la comprensión y solidaridad de los madrileños para con las obras, les animó a buscar con ilusión ese nuevo tiempo y espacio y las actuaciones que medioambientalmente "nos han situado a la vanguardia del mundo como una de las cuidades con mayor patrimonio arbóreo".

LEY DE CAPITALIDAD

El alcalde indicó que 2006 también ha sido un año muy importante para los madrileños en su condición de "ciudadanos de la capital de nuestra nación, de España", al haberse aprobado la Ley de Capitalidad de Madrid. "Lo he dicho muchas veces: somos una gran capital de una gran nación", afirmó.

A su juicio, esta ley, además de un instrumento para ser más eficaces en la gestión de los asuntos que interesan a los madrileños, "nos recuerda nuestro permanente compromiso con el resto de los españoles", un compromiso que "tenemos que mantener con orgullo, y no sólamente desde el ejercicio de la solidaridad para garantizar la igualdad de todos los españoles".

Un compromiso, añadió el alcalde, "también desde el convencimiento de que nosotros tenemos que liderar un discurso, un discurso de unidad, de concordia, de mirar al futuro, y un discurso que tiene que estar siempre muy cerca de aquellos que están fuera del estado de bienestar que entre todos hemos alcanzado y de los que han sufrido una injusticia, muy especialmente los que han sido víctimas de la tremenda crueldad de las actuaciones terroristas".

Concluyó afirmando que estas fechas son un buen momento para mirar al futuro, renovar la confianza y apostar "por la modernidad solidaria con la que hemos construido nuestra ciudad".