"Hay que buscar un destino como a cualquier persona que tiene un cargo en la Administración y vamos a intentar buscar un destino en el que pueda prestar los mejores sericios", aseguró Robles a la Ser.

Robles justificó su ausencia del acto oficial celebrado hoy, en el que el ministro de Justicia e Interior, Juan Alberto Belloch, impuso el fajín de general a Rodríguez Galindo, diciendo que "la secretaria de Estado de Interior no va nunca a la imposición de los fajines".

Tras reconocer que el ascenso a general del antiguo jefe del cuartel de la Guardia Civil de Intxaurrondo ha sido polémico, matizó que "el Consejo de Ministros es quien tiene la competencia para elo y tomó la decisión que le pareció más oportuna".

Al ser preguntada por su supuesta oposición a que el general sea nombrado asesor de la Secretaría de Estado de Interior, se limitó a contestar que "en el tiempo que llevo como secretaria de Estado de Interior, el señor Rodríguez Galindo ha cumplido siempre las órdenes que se le han dado desde aquí que, por otra parte, es su obligación".

Agregó que "lo ha hecho siempre con un escrupuloso respeto a la Constitución y la legalidad y, en ese sentido, o es lo único que puedo decir. Ha cumplido las órdenes y ha sido respetuoso con la Constitución y la legalidad", reiteró.

Tras eludir pronunciarse sobre la creación de una comisión parlamentaria de investigación sobre Intxaurrondo señalando "que es el Congreso quien tiene que decir la última palabra", aseguró estar preocupada por el hecho de que "cuando se habla de Intxaurrondo, se quiere hacer una alusión genérica a toda la Guardia Civil".

Destacó que la Guardia Civil "ha trabajado siempre y est trabajando con absoluta profesionalidad y con gran entrega y, por tanto, creo que cualquier tipo de generalización no es buena".

Insistió en que en Intxaurrondo "en este momento hay hombres que están trabajando con una entrega y con un riesgo evidente para sus vidas y lo que no es bueno es que, permanentemente, todos estemos bajo sospecha".

"Si hay algunas conductas concretas, de algunas personas que, evidentemente, como en cualquier colectivo puede haberlas, pues esas personas tendrán que asumi responsabilidades. Pero lo que no es justo es que muchos miles de profesionales de la Guardia Civil y muchas personas honestas que están trabajando en Intxaurrondo se vean siempre o permanentemente puestos como en clave de duda; creo que es totalmente injusto", concluyó Robles.