El nuevo sistema permite a los beneficiarios acceder a pensiones de cuantías superiores, en algunos casos, además de a otros servicios ociales, como residencias.

Las pensiones del FAS son de 24.935 pesetas al mes, mientras que las no contributivas ascienden a 32.640 pesetas, que se incrementan en un 50 por ciento para personas inválidas que precisan de una tercera persona para poder moverse.

Sin embargo, las pensiones no contributivas pueden ser también de poco más de 8.000 pesetas, dependiendo de la situación familiar de los solicitantes. La razón por la que los pensionistas no optaron por acogerse al nuevo sistema puede ser eltemor a perder la cuantía actual, según las estimaciones de la Administración autonómica.

A principios del pasado mes de febrero había en Galicia 21.653 perceptores de pensiones no contributivas, de las que 9.401 son de jubilación y 12.252 de invalidez. En total, la Xunta de Galicia gestiona 70.000 pensiones de inválidos y ancianos, manejando unos presupuestos anuales de 25.514 millones de pesetas.