GAL. TOMAS Y VALIENTE DICE QUE SON LOS ACUSADORES QUIENES DEBEN DEMOSTRAR LA IMPLICACION DE GONZALEZ, NO ESTE SU INOCENCIA
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El x presidente del Tribunal Constitucional Francisco Tomás y Valiente afirmó hoy, en referencia a las acusaciones de Ricardo García Damborenea contra Felipe González, que lo que debe ser demostrado no es la inocencia, sino la acusación. "Es muy difícil justificar o defender que uno no ha hecho una determinada acción, puesto que la prueba de lo negativo es en sí misma perversa", agregó.
Por ello, indicó que la comparecencia de Felipe González hoy en el Congreso de los Diputados no puede ser "un acto en s mismo esclarecedor de todo, porque naturalmente se han hecho acusaciones tan gravísimas contra el presidente del Gobierno que es muy difícil que éste pueda demostrar su inocencia ante todo lo que se le diga".
"Sí creo que debería darse una explicación de qué fue el fenómeno de los GAL, qué pasó, hasta qué punto el presidente del Gobierno, desde su alta responsabilidad, supo algo o se enteró de algo de lo que estaba pasando", declaró el ex presidente del Tribunal Constitucional a Radio Nacional.
egún Tomás y Valiente, la situación actual es confusa y difícil, con acusaciones que en algunos casos tienen características "esperpénticas", pero que no pueden hacer olvidar la gravedad de las acciones de los GAL, grupo al que se atribuyen numerosos asesinatos.
El ex presidente del Alto Tribunal considera que "el seguimiento natural de la instrucción de una serie de delitos debería hacerse con la eficacia que todos deseamos, pero con el sigilo y la seriedad que también todos deseamos".
En su opiión, "esta serie de hechos casi diriamos teatrales, algunos de ellos francamente repugnantes, no puede beneficiar a nadie, ni siquiera desde luego a esa acción de la justicia que todos deseamos".
Tomás y Valiente agregó que "no deben ser actos políticos los actos de los jueces, ni creo que lo sean en ningún caso, pero cuando se someten a la vía judicial una serie de pugnas políticas o una serie de impaciencias por llegar al poder que algunos pueden tener, el poder judicial se ve inmerso en una serie d debates políticos en los cuales no tendría por qué entrar si no fuera porque está en el trasfondo de todo esto la averiguación de una serie de delitos graves, algunos de ellos muy graves, que naturalmente hay que perseguir".
A su juicio, desde hace tiempo se ha venido fomentando "esa dualidad de campos entre lo político y lo judicial" y "tal vez en algún momento algunos hayan intentado esa vía como vía estratégica para desalojar del poder a los actuales detentadores de una mayoría electoral".
(SERVIMEDIA)
27 Jul 1995