La Audiencia Nacional le condenó en 1999 a 68 años de prisión repartidos de la siguiente forma: 58 años por dos delitos consumados de asesinato, 5 más por tenencia ilícita de armas de fuego y otros tantos por falsedad en documento mercantil. Además, le impuso la obligación de indemnizar con 30 millones de pesetas a las familias de cada una de las víctimas.

La Audiencia Nacional le absolvió de pertenencia a banda armada, extremo este revocado por el Tribunal Supremo, que le condena por este deito a 7 años de prisión, si bien reduce de 58 a 50 años de cárcel la pena por los dos asesinatos consumados.

Para el Supremo, la Audiencia Nacional se equivocó al decir que no existió integración en banda armada porque no concurrían en el acusado las notas de permanencia y estabilidad en la organización terrorista y que su conducta tuvo unos móviles económicos.

"El acusado actuó para la banda, al menos desde tres años antes, realizando diversos actos para la organización", dicen los magistrados dl Supremo, para quienes "los móviles que guían la conducta de una persona, como el económico, no guarda relación alguna con el elemento subjetivo del delito de pertenencia a banda armada".

Los hechos que han dado lugar a la sentencia ocurrieron el 17 de febrero de 1986, cuando Brecia y un acompañante desconocido se situaron en el interior de un vehículo en una carretera cercana a Bidarray, donde esperaban otro coche contra el que pensaban atentar.

Cuando llegó el automóvil esperado, entre los dosterroristas dispararon 21 veces contra sus dos ocupantes, causando la muerte inmediata de Chistobal Machicotte, agricultor de 60 años de edad, y Catherine Brion, de 16 años, estudiante.

"Días después, diversos medios de comunicación publicaron que las muertes de Christobal y Catherine habrían sido reivindicadas -como una acción cometida por error- por el GAL, Grupo Antiterroristas de Liberación", apunta la sentencia.