Murillo declaró a Servimedia que las imputaciones del ex guardia civil no le han producido la menor sorpresa, al tiempo que se mostró convencido de que no obedecen a ningÚn tipo de presión, sino al hecho de que Felipe Bayo "se ha cansado de hacer de chivo expiatoro".

El letrado relató que el pasado mes de abril recibió una carta de Enrique Dorado y Felipe Bayo, en la que ambos manifestaban su interés por mantener una entrevista con él. Según sus propias palabras, Murillo acudió a visitarlos a la cárcel, aunque en el último momento Dorado cambió de opinión y el único que habló con él fue Bayo.

"El (Bayo) quería saber unas cuestiones de tipo legal y yo se las expliqué", dijo el abogado de Alvarez, quien aseguró haber detectado en el ex guardia civil un veheente deseo de colaborar con la justicia.

Según Murillo, Bayo llegó a pedirle que se encargara de su defensa, a lo que él no accedió, sugiriéndole en cambio que buscase un abogado que no tuviese implicaciones en el caso y que pudiese defenderle con total libertad.

"Eso demuestra", agregó, "que ya en esa época pensaba en la posibilidad de colaborar con la justicia en el esclarecimiento del caso. Es decir, que no creo que esto sea ningún montaje ni ninguna conspiración de Pedro J. (director de El Mudo) ni de nadie".

Murillo subrayó que el testimonio de Bayo va a dar un "giro espectacular" al 'caso GAL', ya que "todo el país sabe que está cerrado en falso y no se ha llegado al fondo de la cuestión".

Precisó que es muy posible que la Audiencia Nacional envíe a prisión tanto al general Enrique Rodríguez Galindo como al ex gobernador civil de GuipÚzcoa, Julen Elgorriaga, inculpados por Bayo, colocándoseles así en la misma situación de los guardias civiles.