Tras afirmar que no acudirá a declarar a Madrid si el juez le llama, Marey comentó en declaraciones a la Cope: "Sigo muy marcado por el secuestro. Estoy bastante enfermo y en once años nadie se ha preocupado de eso, pero lo comprendo. Todo esto es cosa de la justicia española; que siga su trabajo. Once años es mucho, pero más vale tarde que nunca. Yo sabía que Dios no podía dejar eso así y Dios ha hablado. Sabía que un día u otro esos señores pagarían, estaa seguro, no podía quedar esa injusticia sobre la tierra".

Marey explicó que durante el secuestro nunca vio las caras de sus raptores. "Tenía tapados los ojos y no sé todavía dónde estaba, y lo quiero saber antes de morir". dijo. "No me hablaron nada. Hablaban entre ellos muy bajo. No me amenazaron, pero mi cabeza pensaba que no volvería".

"Cuando me liberaron no me dijeron nada, me cogieron por la espalda y me dijeron que comiera con los ojos vendados. Un policía francés que me encontró en el mote me quitó el pañuelo, y en las fotos que me hicieron más tarde tengo todavía la del pañuelo en la nariz", relató.

Marey aseguró que si el juez le llama a declarar a la Audiencia Nacional no irá. "He declarado en Pau y no iré. Hace once años, y estoy toda la vida con eso, me ha hecho mucho daño. Me han destrozado la vida. Lo único que quiero preguntar a los secuestradores es saber dónde estaba y por qué me cogieron a mí. Me han robado diez días, he hecho un viaje y no sé dónde. Tengo un vacío en mi vda de diez días. En mi cabeza era la muerte y quiero saber dónde era".

Afirmó que su vida después del secuestro "ha sido muy mala. Enseguida caí enfermo y ha sido terrible. No me ayudó nadie. Sólo mi médico personal, que físicamente me puso muy bien, hasta trabajó gratis. Pero psíquicamente no tuve ningún consuelo, nadie se preocupó".

Por último, Marey dijo que no le sorprende que haya altos cargos de la Administración española detrás de su secuestro. "He leído tanto que no me sorprende. La justiia ha hecho su trabajo, aunque no creeré nunca en la justicia".