GAL. MAREY COMIO BIEN DURANTE SU SECUESTRO, SEGUN UNO DE LOS POLICIAS QUE LE CUSTODIARON

- Sin embargo, el fiscal dice en su informe que Marey perdió 7 kilos en 10 días, con debilitamiento de masas musculares

MADRID
SERVIMEDIA

La segunda jornada del "caso Marey", celebrada hoy en el Tribunal Supremo, se centró en un relato pormenorizado de la situación de la cabaña en la que fue retnido Marey durante 10 días, las condiciones de vida en la misma y el trato que recibió el secuestrado.

El primero en declarar fue el policía Luis Hens, quien en algunos momentos de su comparecencia indicó que "hay algunas cosas que no me gusta recordar". No obstante, apuntó que Marey era tratado correctamente, que se hablaba con él "lo estrictamente necesario" y que comía bien, igual que él y los otros dos policías que estaban vigilándole: José Ramón Corujo y Francisco Saiz Oceja.

"Comíamos bien,de calidad, con los suministros que nos iba acercando Hierro", dijo Hens, quien recordó que solían tomar verdura, carne a la plancha y algunas latas "muy buenas, como por ejemplo de fabada Litoral".

"Nunca pasamos frío", relató el policía, quien dijo que la cabaña contaba con un dormitorio, un pajar y una cocina. En ésta última sala había una cocina rústica de hierro, donde hacían la comida y se calentaban.

Por su parte, Francisco Saiz Oceja, quien alquiló la cabaña por 12.000 pesetas, dijo que Avarez le había encargado buscar un lugar fuera de Vizcaya, "algo así como un caserío". Encontró un lugar en Cantabria que, según le comentó a su superior, "tenía condiciones precarias, sin luz, ni agua".

Esta versión coincide más con la versión del fiscal José María Luzón, quien apunta en su escrito de conclusiones que se trata de un cabaña "con el techo medio hundido", sin electricidad, agua corriente ni retrete.

En este sentido, preguntado uno de los policías por el lugar donde el secuestrado pdía hacer sus necesidades fisiológicas apuntó que en el pajar había un agujero "al modelo de una casa de labriegos", dijo.

Respecto a los cuidados a Marey, el fiscal apunta que sufrió "un adelgazamiento de siete kilos y debilitamiento de las masas musculares" y que además que sufría sabañones y escaras en los pies y las manos por el frío.

(SERVIMEDIA)
26 Mayo 1998
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