En declaraciones a Servimedia, Larreina subrayó la evidencia de que en este asunto está implicado el Estado y eso no puede calificarse de cuestión política, ya que la política no consiste en matar, en violar derechos humanos o en oner en cuestión el Estado de Derecho.

En su opinión, Felipe González está nervioso, porque "en Eusko Alkartasuna siempre hemos tenido la convicción de que los implicados en la trama GAL no actuaban por libre, y claramente había una responsabilidad política y penal por parte de los máximos representantes del Estado".

El dirigente de EA concluyó que el nerviosismo de González se debe a que se juzga como imputado a uno de sus ministros, y si de este juicio saliera un veredicto de culpabilidad, serámuy difícil para el ex presidente del Gobierno probar que no estaba al tanto de los hechos.