Previamente, ante el magistrado compareció el general Enrique Rodríguez Galindo, qien testificó en relación a las investigaciones que Gómez de Liaño realiza sobre las filtraciones de datos del 'caso Lasa y Zabala'.

En relación a esta investigación, también prestó declaración ayer ante el juez el abogado Argote, quien días antes denunció las filtraciones del sumario al Consejo General del Poder Judicial, el cual decidió abrir diligencias para investigar los hechos.

Al término de su comparecencia ante el juez, el general Galindo no quiso hacer declaraciones a los periodistas, reitiéndose a su su abogado Argote, quien, a su vez, no quiso desvelar el contenido de su comparecencia, ya que "cualquier cosa que dijera ahora pudiera ser usado en mi contra".

Argote se mostró convencido de que el juez trata de sancionarle a él por las filtraciones, lo que, agregó, "es ridículo", dado que en un 90 por ciento de los casos dichas informaciones perjudican a sus clientes.

Por el contrario, insistió en que el sumario está declarado secreto, por lo que sólo tienen conocimiento del mism la fiscalía y el juzgado. "Los que están bajo sospecha son aquellos que controlan el secreto", por lo que, afirmó, se debe investigar en esa línea, aunque "tengo el temor de que no se esté haciendo".

Por otra parte, respecto a las denuncias de amenazas y agresiones sufridas por los testigos protegidos en la causa, dijo que a su juicio se trata de un montaje a través del cual "están buscando que el ministerio les pague un sueldo" y "que se cambie su situación procesal".

"Están creando una imagen ara obtener ese sueldo millonario", insistió el letrado, quien también calificó de "ridículas" las afirmaciones hechas por el testigo José María Velázquez Soriano de que las amenazas que recibió ayer proceden "de los círculos del señor Galindo".