Esta diligencia fue acordada por el juez Móner el pasado jueves después de tomar declaración a Martínez Torres quien negó ante el magistrado haber tenido cualquier relación con el secuestro de Marey, en contra de las versiones de Planchuelo y Alvarez, que aseguraron previamente que el ex comisario general de Información había sido informado telefónicamente de dicha acción.

En su comparecencia, Martínez Torres achacó las acusaciones de Planchuelo a la "animosidad" que éste le profesa por haber recomendado en su día su cese como jefe superior de Policía de Bilbao, lo que, según el ex mando de Interior, no le haperdonado.

Además, señaló que si hubiera tenido conocimiento del secuestro de Marey no se hubiera desplazado al día siguiente a Francia para participar en una cumbre antiterrorista porque supondría meterse "en la boca del lobo" y encontrarse en una situación difícil.

Martínez Torres agregó que la primera noticia del secuestro la tuvo en Francia por parte de las autoridades francesas, pero indicó que en un primer momento no supo si se trataba de un secuestro perpetrado por ETA o que alguien de la rganización terrorista había sido secuestrado.

En este sentido, confirmó la creación de una unidad de enlace formada por policías franceses y españoles, tal como afirmó recientemente al juez Móner el ex secretario de Estado para la Seguridad Rafael Vera, con el fin de intercambiar información sobre el secuestro.

El ex comisario general del Información ya compareció ante el juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón el pasado 20 de julio, después de que Planchuelo declarase al magistrado que susuperior en el mando Francisco Alvarez habló con Martínez Torres por teléfono en su presencia sobre el secuestro del etarra Mikel Lujúa por parte de los GAL, que finalmente capturaron por error a Marey.