"Sería entrar en una dinmica absurda dar importancia a cualquier persona que haga una imputación difamatoria diciendo que éso produce responsabilidades políticas", dijo.

González reiteró que todas sus actuaciones han sido legales y que "nadie podrá demostrar lo contrario", en referencia a la investigación judicial del caso GAL. En este sentido, y sobre la remisión del sumario al Tribunal Supremo, el jefe del Ejecutivo volvió a insistir en que espera "con el mismo grado de tranquilidad".

En sus manifestaciones tras despahar con el Rey en el Palacio de Marivent, González aconsejó a la oposición que "tengan paciencia a que reflexione el Supremo" a la vez que criticó "la excesiva agitación e inquietud de la gente" y reclamó "calma, tranquilidad y serenidad".

Sobre las responsabilidades políticas que le exige el presidente del Partido Popular, Jose María Aznar, puso el ejemplo de la condena firme al consejero popular en la Junta de Castilla-León, Pérez Villar y se preguntó "¿qué responsabilidad se deduce?. Ninguna. Cada no tiene una visión de la responsabilidad política según le afecte y esta visión es vicaria", puntualizó.

Prefirió no valorar excesivamente la dimisión de Gabriel Cañelllas a la que le abocó Aznar a causa del "caso Sóller" aunque entiende que no sólo se debió "una razón de ejemplaridad".

González se mostró disconforme con la apertura de una investigación parlamentaria sobre el cuartel de la Guardia Civil en Intxaurrondo. "Sería un error", dijo, "porque afectaría institucionalmente a todo el cuerp".

Reconoció sin embargo que "en un colectivo de 80 mil hombres se pueden cometer errores" aunque alabó al general Enrique Rodríguez Galindo, de quien dijo "ha hecho un gran servicio en la lucha contra el terrorismo".

Se refirió al ascenso de coronel a general de Galindo como "una buena decisión" basada, según explicó, "en sus méritos extraordinarios desde el punto de vista profesional y sin dejarnos influir por informaciones no contrastadas".

El presidente del Gobierno informó al Rey de lospormenores de la operación que desarticuló el pasado 10 de agosto un comando que pretendía matar a Don Juan Carlos. "No creo que haya un salto cualitativo en la estrategia de ETA", dijo sobre este particular.

A su juicio, "no existe un cambio cualitativo sino tan sólo limitaciones operativas que hemos sido capaces de detectar a tiempo". Comentó que encontró al Rey "absolutamente calmado".

MANTIENE LA INCOGNITA

Preguntado por los periodistas al término del tradicional despacho de verano en Marivnt por su continuidad como candidato del PSOE en las elecciones generales "para marzo de 1996", según mantiene, González dijo que la "incógnita se despejará en septiembre u octubre".

"Es una decisión del partido y no mía", dijo para no despejar su postura personal, aunque agradeció "la solidaridad de los compañeros" que le piden que repita como cartel electoral del PSOE.

Felipe González afirmó que no tiene prevista una reunión con el presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, aunque no la descart una vez que se retome el curso político en septiembre. "Sería posible", fueron sus palabras.

En este sentido, el jefe del Ejecutivo emplazó a Convergenci i Unió a que aclare su posición ante la aprobación de la Ley de Presupuestos Generales de 1996. "En lo que depende de nosotros el objetivo de los Presupuestos será la reducción del déficit, pero en lo que dependa de los demás habrá que preguntárselo a ellos", dijo, "ya sea Convergencia o cualquier otra fuerza".

Sobre la Cumbre Extraordinaria deJefes de Estado y de Gobierno que se celebrará en Formentor (Mallorca) a finales del mes de septiembre, González destacó "su importancia" aunque adelantó que "no habrá documento de conclusiones".

Felipe González llegó a Marivent sobre las diez y media de esta mañana procedente de Doñana, a donde ha regresado para finalizar sus vacaciones. La semana que viene se reincorporará al trabajo en el Palacio de la Moncloa.