La comparecencia de Galindo fue solicitada la pasada semana al magistrado por Iñigo Iruin, abogado de las familias de los etarras José Antonio Lasa y José Ignacio Zabala, secustrados en Francia en 1983 y posteriormente asesinados.

El letrado pidió esta declaración después de que el diario "El Mundo" publicase una transcripción de una supuesta conversación entre Galindo y el teniente de la Guardia Civil Pedro Gómez Nieto sobre la implicación de la Benemérita en la 'guerra sucia' contra ETA.

Además de la comparecencia del general de la Guardia Civil, Iruin también solicitó al magistrado que tomase asímismo declaración como imputado a Gómez Nieto y al coronel del CESID Jan Alberto Perote, quien ya está implicado en otras causas relacionadas con los GAL que instruye el juez Baltasar Garzón.

De acuerdo con las citadas fuentes, Gómez de Liaño dictará a finales de esta semana un auto en el que se pronunciará sobre estas peticiones, así como sobre otras diligencias solicitadas por el fiscal del caso, como un careo entre el policía Angel López Carrillo y el ex gobernador civil de Guipúzcoa Julen Elgorriaga.

El primero declaró al juez Carlos Bueren, que entonces instrua el 'caso Lasa y Zabala', que Elgorriaga y Galindo habían visitado a Lasa y Zabala en el Palacio de la Cumbre, en San Sebastián, mientras estuvieron allí secuestrados. Estas acusaciones fueron negadas por el ex gobernador civil en una comparecencia voluntaria ante Bueren.

Además de esta diligencia, el fiscal también ha instado al magistrado para que investigue la presunta relación de algunos ex agentes de Intxaurrondo (San Sebastián) con la provincia de Alicante, donde fueron hallados los cadáveres d Lasa y Zabala.

Asímismo, el representante el ministerio público ha solicitado al juez que practique otro careo entre el testigo Gumersindo Hernández y un agente de la Seguridad del Estado y que cite a declarar a otras personas como testigos, entre ellos el teniente coronel Julio Martín-Maestro, que fue el primer jefe del cuartel de Intxaurrondo en octubre de 1983, cuando se produjo el secuestro de Lasa y Zabala.