Tras cmparecer ante el magistrado el pasado 9 de mayo por primera vez en el "caso Oñaederra", García Damborenea dijo a los periodistas que el GAL "fue una iniciativa del Gobierno al frente del cual había un presidente que estimuló y amparó esa iniciativa y se llevaron a cabo unas acciones bajo las órdenes directas del presidente del Gobierno".

Sin embargo, durante su declaración judicial, el ex responsable de los socialistas vizcaínos, procesado en el "caso GAL" que tramita el Tribunal Supremo, no formuló nnguna acusación directa contra González, sino que se limitó a decir que celebró varias reuniones con él durante la actividad de los GAL, en las que el ex presidente no expresó extrañeza ni indignación por las acciones de esa organización, ni su voluntad de que cesasen.

Esto provocó que la acción popular solicitase al juez Garzón que llamase a declarar de nuevo a García Damborenea con el fin de que ratificase en el juzgado las acusaciones que formuló contra González ante los medios de comunicación.

A juicio de los abogados de la acción popular, José Luis Galán y Teodoro Mota, dado que las manifestaciones del ex dirigente socialista son importantes para la investigación y no fueron realizadas en presencia judicial, era preciso que volviese a comparecer ante el juez.

Antes de citarle a declarar, Garzón pidió a los abogados de la acción popular que le facilitasen la grabación de las manifestaciones que hizo García Damborenea.