El juez Garzón estudia el envío e tres cartas-bomba por parte de los GAL, una de las cuales extalló el 19 de septiembre de 1989, acabando con la vida del cartero de Rentería José Antonio Cardoso Morales, cuando iba a depositarla en el buzón de su destinatario, Alfonso Salazar Uriarte.

Este sumario nació tras una declaración prestada ante Garzón por el ex director general de la Guardia Civil Luis Roldán, quien aseguró que el ex director de la Seguridad del Estado Rafael Vera y al ex ministro del Interior José Luis Corcuera habían dad las órdenes de enviar dichas cartas-bomba.

Según el testimonio de Roldán, las otras dos cartas no llegaron a explotar, ya que fueron recuperadas en sus correspondientes estafetas de Correos.

Sin embargo, el fiscal Rubira recuerda que tanto Vera como Corcuera siempre han negado su participación en los hechos, que sólo existe constancia de la carta que explotó y acabó con la vida del cartero de Rentería y que el resultado de la investigación sobre la existencia de los otros dos paquetes ha sido neativo.

Además, Rubira señala que las declaraciones vertidas por Roldán no han podido ser concretadas por datos objetivos que corroboren su veracidad, por lo que pide el sobreseimiento del caso.