"En la actualidad viven una paz afrodisiaca y han dejado de protestar y desobedecer por todo", explicaron las citadas fuentes, que afirmaron que los internos han modificado s actitud tras ser advertidos por la dirección de la prisión alcalaína de que su mala conducta no les conduciría a "nada bueno".

Los ex guardias civiles, procesados como presuntos autores materiales del secuestro, tortura y asesinato de los etarras Lasa y Zabala, abandonaron su mal comportamiento al comunicarles la dirección de Alcalá Meco que iba a ser con ellos "flexible hasta lo justo".

Bayo y Dorado viven ahora con otros 4 ó 5 presos en un módulo, al que fueron trasladados a raíz de los citado incidentes desde el departamento especial destinado a internos que fueron miembros de fuerzas policiales.

Realizan las mismas actividades que el resto de internos -con la sola excepción de comunicarse con sus compañeros de otras galerías-, pasan le día leyendo y estudiando y reciben regularmente asistencia psiquiátrica.