GAL. LA DIRECCION GENERAL DE LAGUARDIA CIVIL ASEGURA QUE SU CELO EN LA IDENTIFICACION DE LASA Y ZABALA HA SIDO TOTAL Y EXHAUSTIVO

- En febrero de 1985 se envió a todas las comandacias una "descripción detallada" de los restos óseos

MADRID
SERVIMEDIA

"El celo que la Guardia Civil ha puesto en la investigación sobre la muerte de los dos presuntos etarras José Antonio Lasa y José Ignacio Zabala ha sido total, absoluto y exhaustivo", según confirmaron a Servimedia fuentes oficiales de la Dirección General de la Gurdia Civil.

Con esta rotunda afirmación los responsables de la Benemérita quieren salir al paso de las informaciones aparecidas hoy en la prensa en las que se acusa a la Guardia Civil de realizar unas pesquisas "bastante pobres" para averiguar la identidad de los cadáveres.

Estas fuentes confirmaron que "la primera investigación, inspección ocular y análisis de todos los datos que se obtuvieron del hallazgo es exhaustiva cien por cien". A partir de ese momento "empieza una callada labor de investgación de la que no hay porque dar cuenta constante a la opinión pública".

La Dirección General de la Guardia Civil aseguró que la investigación sobre la identidad de los dos cadáveres nunca fue abandonada por la Benemérita y aunque con el tiempo el caso fuera quedando relegado a un segundo plano, "nunca se olvidó".

El 15 de febrero de 1985, 25 días después de la aparición de los restos, todas las comandancias del cuerpo recibieron un nota informativa "para la posible identificación de los cadávees".

En ella constaba, según las fuentes consultadas, "una descripción muy pormenorizada y detallada de todos elementos que pudieran servir para la identificación", como características de las dentaduras y de todos los restos óseos que no sirvieron para conseguir pistas fiables sobre la identidad de los cuerpos.

Las fuentes consultadas no pudieron explicar porque no se relacionaron estos datos con las denuncias de personas desaparecidas e inscribieron la investigación dentro de las circunstanciasque se vivían en Alicante en 1985.

Entonces no existía ningún tipo de conflicto terrorista en esa zona, señalaron los interlocutores, y los problemas de seguridad se reducían a los lógicos de una región turística con afluencia de extranjeros entre los que incluso se detectó a miembros de bandas mafiosas como el cabecilla del grupo que asaltó el tren de Glasgow.

(SERVIMEDIA)
23 Mar 1995
SGR