GAL. LA DEFENSA DE PLANCHUELO ACUSA A OLIVARES DE UN DELITO DE DESOBEDINCIA Y PIDE AL JUEZ MONER QUE ACTUE CONTRA EL

- El ex comisario continúa sin protección policial, a pesar de acordarlo el juez Garzón el pasado mes de julio

MADRID
SERVIMEDIA

José Aníbal Alvarez, abogado de Miguel Planchuelo, procesado en el 'caso GAL', ha solicitado al juez Eduardo Móner que proceda a la apertura de las diligencias que considere oportunas contra el director general de la Policía, Angel Olivares, por un presunto delito de desobediencia a los mandatos judiciales, n relación a la escolta acordada por el magistrado para el ex comisario de Salamanca y de la que hoy continúa careciendo.

En un escrito al que ha tenido acceso Servimedia, la defensa de Planchuelo señala que "a la vista de la actitud adoptada de forma reiterativa por parte del director general de la Policía, desatendiendo los mandatos judiciales", solicita a Móner que dé traslado al ministerio fiscal al objeto de que informe "y en su caso proceda a la apertura de las diligencias que considere por un psible delito de desobediencia a los mandatos judiciales".

El detonante de esta petición del abogado de Planchuelo fue la comunicación efectuada por la Dirección General de la Policía (DGP) al juez Móner el pasado mes de febrero, en la que estima que no es necesario facilitar escolta al ex comisario, a pesar de que esa medida fue acordada primero por el juez Baltasar Garzón el pasado mes de agosto y posteriormente, en varias ocasiones, por el juez Móner.

En dicha comunicación, el responsable de laPolicía justificaba la falta de escolta en el hecho de que Planchuelo reside en un edificio policial que tiene vigilancia, no se desplaza con frecuencia y, si lo hace, es acompañado por funcionarios del Cuerpo, "con los que tiene excelentes relaciones".

Además, Interior alega que las contravigilancias efectuadas sobre Planchuelo no han detectado situaciones de riesgo y que el ex comisario "es perfectamente conocedor de los sistemas de autoprotección" por su experiencia en el Cuerpo.

Este informe ue respuesta a una petición formulada por el juez Móner, quien solicitó el pasado mes de enero a la Secretaría de Estado de Interior que le informase sobre qué tipo de protección tiene Planchuelo, desde qué fecha y si lleva escolta en sus desplazamientos.

En su escrito, el abogado de Planchuelo destaca que en la contestación "el director general de la Policía elude de una forma manifiesta a las preguntas que en su día hizo Móner, contestando a unos extremos que nada tienen que ver con lo solicitado y ludiendo la responsablidad que pueda tener en dicha protección".

El abogado considera que el hecho de que los desplazamientos del ex comisario no sean frecuentes no significa que por ello deba carecer de protección y rechaza que Olivares se ampare en la amistad de Planchuelo con otros funcionarios.

Además, considera que "se produce un contrasentido al hacer constar que se han realizado contravigilancias en torno a su persona, cuando previamente señalan que no son frecuentes sus salidas".

Tamién rebate el argumento dado por Interior sobre la carencia de medios materiales y personales en la comisaría de Salamanca, lo cual, a su juicio, "no puede ser excusa para no velar por la integridad física del señor Planchuelo, pues en caso de ser necesario se debe destacar efectivos suficientes por parte de la Dirección General de la Policía al efecto".

En su escrito, José Aníbal Alvarez recuerda que en fechas pasadas ETA asesinó en dicha ciudad a un militar, por lo que resalta que "al igual que otro procesados en otra causa se desplazan en vehículos oficiales, no entendemos por qué el señor Planchuelo no lo tiene y lo tiene que hacer en vehículos particulares y valerse de la protección de sus amigos, cuando está obligada esa DGP a aportar tanto medios materiales como personales para prevenirse de hipotéticas agresiones terroristas".

Finalmente, afirma que "nadie duda sobre la larga experiencia del señor Planchuelo en el Cuerpo Nacional de Policía", pero resalta que se encuentra suspendido de empeo y sueldo, "por lo que no puede portar su arma reglamentaria" y, además, tal como consta en la causa, padece una artrosis degenerativa que "le impide mover sus extremidades con normalidad y mucho menos empuñar un arma".

(SERVIMEDIA)
26 Mar 1996
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