GAL. DAMBORENEA DIJO A LOS PERIODISTAS QUE L ASEDIABAN CON PASION QUE "ESTO PARECE UN CONFESIONARIO"
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El ex secretario del Partido Socialista de Vizcaya Ricardo García Damborenea se mostró seguro de si mismo en la rueda de prensa donde acusó formalmente a Felipe González de ser el máximo responsable de una "estrategia" que dio origen a las acciones violentas de los GAL.
A diferencia de los procesados por Garzón que acudieron a declarar voluntariamente siguiendo el ejemplo del comisario Miguel Planchuelo, cuya manifestaciones ante el juez trascendieron a la prensa a través de sus abogados, Damborenea ha querido ser él en persona el que diera la cara, fiel a la fama que le deparó el apodo de 'Ramborenea'.
El ex dirigente socialista, que en las últimas elecciones europeas pidió el voto para el Partido Popular, había decidido contar con 'luz y taquígrafos' lo que pocos minutos antes había relatado ante Garzón.
El hecho de que compareciera ante el magistrado a citación de éste último y no por voluntad proia no despertó especial interés entre los periodistas, que daban por seguro que se iba a reafirmar en sus anteriores manifestaciones. De hecho, el núcleo de informadores que habitualmente cubren tribunales se quedó en la Audiencia Nacional a esperar a Garzón y al fiscal para preguntarles qué había dicho Damborenea. Garzón dijo que su boca estaba sellada y el fiscal Rovira que lo aportado por Damborenea era "un grano de arena".
La sorpresa estalló en el hotel Fénix, donde el ex secretario de los socialstas vizcaínos dijo, ante el estupor de los informadores, que la 'guerra sucia' la montó el Gobierno y la bendijo Felipe González.
Los periodistas no se podían sentar de la emoción. Salvo media docena que estaban sentados en primera línea, justo delante de las cámaras, varias decenas de informadores se apelotonaban detrás de las cámaras de televisión y al lado de la tribuna que ocupaba Damborenea, junto a los gráficos de prensa. Detrás, las sillas de la sala estaban vacías o servían para que algún infrmador de baja estatura se subiera a ellas.
Damborenea, consciente de la importancia del momento, estaba seguro de si mismo, pero la tensión se reflejaba en su rostro y protestaba porque los periodistas le repetían las mismas preguntas, aunque volvía a dar la respuesta. Otras veces, pedía que se le formularan las preguntas de una en una, porque temía no acordarse de todas.
Los informadores aprovecharon para formular preguntas sobre cuestiones diversas, tanto relacionadas como no relacionadas con os GAL. No contestó más que a lo relacionado con su declaración judicial y, ya harto, respondió a una pregunta: "Esto parece un confesionario".
(SERVIMEDIA)
20 Jul 1995
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