GAL. CUATRO PROCESADOS CALIFICAN DE ASUNTO DE ESTADO EL SECUESTRO DE MAREY Y ALEGAN QUE SE LIMITARON A CUMPLIR ORDENES

MADRID
SERVIMEDIA

Luis Hens, José Ramón Corujo, Julio Hierro y Francisco Saiz Oceja, cuatro de los policías que participaron en el secuestro del súbdito francés Segundo Marey, coincidieron hoy en señalar ante el Tribunal Supremo que se limtaron a cumplir órdenes y que, según les dijeron sus superiores, se trataba de una cuestión de Estado, ordenada por el Gobierno.

Justificaron de esta manera su participación en los hechos, en los que todos creían que se trataba de una detención más de las que ser pueden realizar en la lucha antiterrorista, completamente legal, sin ninguna relación con un secuestro.

Luis Hens dijo que el ex jefe de la Brigada de Información de la Policía de Bilbao, Miguel Planchuelo, le comunicó que iba a participr en un servicio especial, de alto secreto, ordenado por el Gobierno. "Me sentí halagado y reconfortado porque pensaran en mí para este servicio especial; incluso lo acogí con cierto entusiasmo", apuntó.

Luego señaló que, cuando sus superiores le ordenaban algo, lo hacía: "Nunca se puede cuestionar ni desobedecer", dijo a preguntas de la abogada de Marey, para subrayar que en ningún momento se cuestionó las órdenes de participar en esta operación.

Por su parte, Julio Hierro señaló que Sancristóba le había llamado a su despacho, donde vió que estaba también Damborenea, en la tarde-noche del día 4 de diciembre de 1983, cuando se produjo el secuestro. También estaba allí Francisco Alvarez, quien encargó a Hierro que recogiera a un "miembro importante de ETA" y lo llevara a un lugar, junto con Saiz Oceja.

Hierro comentó que les habían dicho que se trataba de una cuestión de Estado, y subrayó que "yo siempre creí que se trataba de una detención absolutamente legal". Dijo que, al no haber pasado lo diez días que establece la ley para la detención de un supuesto delincuente antes de comparecer ante el juez, no se había extrañado.

SI VIENEN ESTOS SEÑORES SERA ASI

Mientras, Francisco Saiz Oceja apuntó que su trabajo se inició con el alquiler de una cabaña. Luego, Alvarez le dijo que estaba en marcha una operación especial, una cuestión de Estado, ordenada por el Gobierno: coger a una persona, llevarla a la cabaña y custodiarla allí.

Esto es lo que hizo Saiz, quien apuntó que "mientras las ódenes que me dan no me parezcan notoriamente ilegales, debo cumplirlas".

No obstante, cuando al día siguiente de la detención, Alvarez, Planchuelo y Sancristóbal se acercaron a la cabaña donde permanecía Marey, Saiz Oceja dijo que "eso es lo que confirmaba más lo de la razón de Estado y lo de órdenes del gobierno. Si vienen estos señores será así".

Finalmente, José Ramón Corujo se limitó a decir que "simplemente me ceñí a custodiarle siguiendo órdenes superiores" y señaló que le habían comentado ue se debía mantener retenida a una persona fuera de la comisaría de Bilbao, de acuerdo con las instrucciones de Francisco Alvarez.

(SERVIMEDIA)
26 Mayo 1998
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