"Es rotundamente falso que yo haya ofrecido ninguna clase de favor, gracia o indulto a ninguna persona que estuviera implicada en procesos judiciales o condenada", insistió el número dos del Ejecutivo.

Cascos recordó que ya había hecho este desmentido en su comparecencia ante el Congreso del pasado 22 de abril y reiteró repetidas veces que "es absolutamente falta la imputación que se me hce a partir de la declaración del señor Domínguez".

En cuanto a las manifestaciones del abogado de Amedo y Domínguez, Jorge Manrique, dijo que "las únicas declaraciones que conozco del señor Manrique, fueron realizadas el 11 de mayo de 1997" y en aquella ocasión dijo que en los años 1995 y 96 estaban inmersos en un proceso de indulto con el Gobierno socialista.

Por tanto, consideró "carentes de todo fundamento las interpretaciones que de las declaraciones hechas por el señor Domínguez se han querdo hacer en las informaciones a parecidas hoy".

Cascos no quiso "hacer juicios de intención" sobre las motivaciones de Domínguez para hacer esas declaraciones, ni entro a valorar la marcha del juicio sobre el secuestro de Segundo Marey.

Tan sólo puntualizó que su actuación en este asunto fue la correcta, puesto que entraba en el desempeño de sus funciones como portavoz de la oposición, y "sobre ello ya me expliqué en el Congreso".