GAL. EL CAMIONERO MIGUEL BRESCIA SE ENTREGO A LA GUARDIA CIVIL EN LOGROÑO

LOGROÑO/MADRID
SERVIMEDIA

El camionero Miguel Brescia Guillem, acusado por un juzgado de Bayona de estar implicado en un atentado de los GAL que acabó con la vida de dos ciudadanos franceses en 1986, se entrególas ocho de la tarde de ayer en el cuartel de la Guardia Civil de Fuenmayor (Logroño), tras lo cual fue detenido por tenencia ilícita de armas, según informaron a Servimedia fuentes de la Benemérita.

Brescia llamó por teléfono a las siete de la tarde al cuartel de la Guardia Civil de Fuenmayor y anunció que tenía intención de entregarse para hacer una declaración.

Una hora después el camionero valenciano se personó en las dependencias de la Benemérita acompañado por otro hombre llamado Manuel Lóez González y pidió que se le asignara un abogado de oficio.

Inmediatamente ambos hombres procedieron a explicar que habían hecho desaparecer una pistola, para cuyo uso no tenían licencia, en las aguas del río Ebro. Ante esta autoinculpación, los dos hombres quedaron detenidos por tenencia ilícita de armas y han pasado la noche en dependencias de la Guardia Civil.

Brescia, que está reclamado por la justicia francesa, no tiene ninguna causa pendiente en España, a pesar de lo cual los servicios de olicía judicial han enviado copia de su declaración al juzgado número 5 de la Audiencia Nacional, que instruye el caso del secuestro del empresario vasco Segundo Marey por los GAL, por si pudiera arrojar nuevos datos sobre esa trama terrorista.

Ninguno de los dos detenidos hizo referencia en su declaración a alguna acción perpetrada por los GAL, según informaron a Servimedia fuentes de la Guardia Civil.

Un juzgado de Bayona dictó la pasada semana una orden de busca y captura contra Brescia como pesunto autor del asesinato de un pastor y una estudiante franceses, de 60 y 16 años, respectivamente, en febrero de 1986.

Las hermanas del camionero declararon al diario "Levante" que no sabían nada de él desde hacía dos años, fecha en la sufrió un grave accidente con el camión. Ambas mujeres pideron a la Justicia que "lo encierre si lo ha hecho".

Afirmaron que su hermano tenía "la cabeza perdida" y expresaron sus sospechas de que Miguel tuviera problemas con la droga, aunque "nunca pensamos que udiera llegar a este extremo".

(SERVIMEDIA)
27 Feb 1995
SGR