Estos tres políticos, los precedentes históricos más cercanos del encarcelamiento del ex ministro del Interior José Barrionuevo, pisaron la cárcel durante la Segunda República o tras la victoria de Franco en la Guerra Civil.

En concreto, Azaña y Largo Caballero resultaron detenidos por su implicación en la llamada Revolución de Octubre de 1934, durante la Segunda República, después de que el primeroya hubiese sido presidente del Gobierno y el segundo ministro de Trabajo.

El caso de Julián Besteiro, que fue presidente de las Cortes Constituyentes de la Segunda República, es todavía más dramático, ya que resultó condenado a cadena perpetua en 1939 por el régimen franquista (posteriormente murió en la cárcel) tras haber optado por la rendición ante las tropas nacionales, en contra del criterio de los comunistas de prolongar la guerra.

Otro destacado político de este siglo que estuvo algún tiemo en prisión es Niceto Alcalá Zamora, primer presidente de la Segunda República, que fue detenido tras la sublevación republicana de Jaca, en diciembre de 1930. Alcalá Zamora había sido ministro de Fomento en el Gobierno de García Prieto de 1917.