Esta fue una de las "matizaciones" que Amedo hizo hoy en su primera declaración ante el juez Móner, que instruye el 'caso GAL', al que también reveló que el secuestro de Segundo Marey fue gestado por otro grupo de las fuerzas de seguridad del Estado diferente al que él pertenecía y que su captura no fue un error, tal como afirmaron otros procesados en el 'caso GAL'.

Según Amedo, que se ratificó en las implicaciones que efectuó en su día ate el juez Baltasar Garzón contra los otros procesados en el 'caso GAL', la procedencia del dinero que tiene en Suiza en una cuenta bloqueada por el juez Garzón le fue desvelada hace poco más de un mes por varios industriales vascos con los que comió en Madrid.

De acuerdo con esta nueva versión, que difiere a las facilitadas anteriormente por los ex policías y por las esposas de éstos, en esa comida con dichos empresarios, de los que no facilitó el nombre por razones de seguridad, éstos le explicaron a forma y sistema en que ese dinero llegó a Suiza.

Según el abogado de Amedo, Jorge Manrique, el ex policía relató al juez que los industriales le indicaron que el dinero procedía de un "fondo de solidaridad" creado en la época de la 'guerra sucia' contra ETA por empresarios vascos, explicación que convenció al ex subcomisario.

Manrique afirmó que durante su declaración, Amedo no fue preguntado sobre el mecanismo de entrega de dicho dinero en Suiza, aunque en sus primeras declaraciones ante el juz Garzón a finales de 1994 aseguró que fue el entonces secretario de Estado para la Seguridad Rafael Vera, con la autorización del ex ministro del Interior José Luis Corcuera, quien pidió a las esposas de los ex policías que abrieran sendas cuentas corrientes en el país helvético para ingresarles el dinero.

Esta versión fue en su día ratificada por las mujeres de los ex policías, Marian Acedo y Alicia Sánchez Carrión, quienes aseguraron que efectuaron cuatro viajes a Suiza entre 1989 y 1991 para ingrear en dichas cuentas el dinero, que recibieron de manos de los denominados "hombres del maletín", Félix Hernando y Aníbal Machín, también procesados en el 'caso GAL', y del propio Juan de Justo, ex secretario personal de Rafael Vera.

Por estos hechos, Garzón procesó a Vera, De Justo, Hernando y Machín por los delitos de malversación de caudales públicos y delitos monetarios.

Los abogados de la acción popular dieron poca credibilidad a esta versión de Amedo, por lo que anunciaron que no van a soliitar ninguna diligencia para acreditarla. Por su parte, otras fuentes jurídicas apuntaron la posibilidad de que con esta declaración, Amedo trate de levantar el bloqueo de las cuentas de Suiza para poder tener acceso al dinero.

GUARDIA CIVIL

Por otra parte, Amedo también desveló hoy al juez Móner que no fue el grupo policial al que él pertenecía, sino otro diferente, el que planeó el secuestro de Segundo Marey. Aunque no lo afirmó textualmente, el ex policía dió a entender que ese grupo estaba formao por guardias civiles, según su abogado.

Amedo, que indicó que este extremo le fue relatado por el mercenario Raymond Sanchís, que formó parte del grupo que perpetró el secuestró, afirmó que, por tanto, Marey no fue capturado por error, sino que dicho grupo policial ordenó secuestrar a este ciudadano debido a sus relaciones comerciales con la cooperativa Sokoa, vinculada con ETA, y con el fin de convencerle para actuara como confidente de las fuerzas de seguridad.

El ex subcomisario indicó que Mrey fue a parar finalmente a las manos del grupo policial procesado por este secuestro porque ofreció más dinero por él que el que había organizado la operación, cuya cuantía no precisó.

Añadió que la negociación para quedarse con Marey se efectuó telefónicamente desde el puesto fronterizo de Dantxarinea (Navarra) por el que pasó el secuestrado la misma noche de la detención ilegal y donde Amedo esperó la llegada de los mercenarios.

Explicó que su intervención en esta operación se limitó a cumpli las órdenes recibidas desde "otras instancias", en referencia a los otros implicados en el 'caso GAL', quienes fueron los que se decidieron a quedarse con Marey, y agregó que dichas órdenes consistían en trasladarse al puesto fronterizo para recoger al secuestrado.

Así, según Amedo, en la noche del secuestro de Marey, el 4 de diciembre de 1983, recorrió 4 puestos fronterizos con Francia con el fin de encontrarse con los mercenarios que habían realizado la detención ilegal.

Esta nueva versión tamién difiere de la que consta hasta ahora en las actuaciones dada por Julián Sancristóbal, Ricardo García Damborenea, Francisco Alvarez y Miguel Planchuelo, según la cual éstos, con la aquiescencia del ex ministro del Interior José Barrionuevo, planearon secuestrar al etarra Mikel Lujua con el fin de presionar a Francia para que liberasen a 4 policías españoles detenidos en ese país cuando intentaban secuestrar a otro etarra, Larretxea Goñi.

ERROR

Según recoge el auto de procesamiento contra Barrionuvo, dictado por el juez Móner, sin embargo, confundieron a Lujúa con Marey, al que secuestraron y trasladaron en dos vehículos a una cabaña de Cantabria, donde permaneció hasta su liberación, después de que diesen el visto bueno para quedarse con Marey tanto Barrionuevo como Vera, quienes fueron consultados sobre ello por Sancristóbal, de acuerdo con García Damborenea y en presencia de Alvarez y Planchuelo, tal como declararon estos últimos.

Durante su declaración, Amedo reconoció que tanto él como Doínguez recibieron, a través de sus esposas, sobresueldos procedentes de Interior durante la etapa en que estuvieron en prisión, aunque matizó que ésta era una práctica habitual y antigua en ese departamento, con la que se gratificaba a los miembros de las fuerzas de seguridad del Estado condenados por actuaciones en su trabajo.

Asímismo, fue preguntado por el abogado de Barrionuevo, Pablo Jiménez de Parga, si había recibido dinero del ex ministro del Interior para modificar sus declaraciones inculpatoias, lo que Amedo negó, aunque señaló que tuvo ofrecimientos de personas vinculadas a aquél. Asímismo, negó haber percibido dinero por este motivo de José María Ruiz Mateos.

Mañana prestará declaración ante el juez Móner Domínguez, en la que será también su primera comparecencia ante el instructor del 'caso GAL'. Tanto esta declaración como la de Amedo fueron solicitadas por la defensa de Vera.