"Esta es una democracia curiosísima donde todo el mundo etá obligado, primero, a hacer un acto de fe de la democracia", dice Guerra en su larga explicación. "Si opina uno directamente, parece que está en contra de los valores democráticos, porque la interpretación inmediata es la de que se quiere tapar algo. Esto no ocurre en ninguna parte del mundo, para vergüenza de todos los agentes públicos de este país".

"Dicho esto", añade Guerra, "los jueces están para juzgar hechos, se hayan producido cuando se hayan producido. Ahora bien, la gente que está en la via pública tiene que vivir lo que está ocurriendo y es que hay una organización terrorista que se llama ETA, que mata, y por supuesto los jueces tienen que investigar una organización terrorista que se llamaba GAL y que no mata ya. Pero no, aquí está invertido. Todo el mundo esta viviendo el GAL. Es absurdo".

Añade Guerra que "hay que investigar y hay que condenar a quien haya que condenar, pero la vida pública hoy tiene que ocuparse de un grupo terrorista que actúa hoy, porque se está prestando más atnción al pasado que al presente. Sin duda, en ello hay intencionalidad política, pero es que además se desarma la capacidad de persecución del terrorismo que mata hoy. Es una desmoralización absoluta y se está creando una cierta cultura que es benevolente con el terrorismo de hoy, porque todo el mundo habla de acciones terroristas del pasado contra el terrorismo que hoy sigue actuando, con lo cual no se avanza".

"Claro que el PP tiene mucha responsabilidad en esto; estuvo alimentando y alimentando dirctamente ese tipo de cosas", dice Guerra. "Ahora se siente en una posición mucho más complicada por la responsabilidad de gobernar y hablan de olvidar, y no se trata de olvidar, se trata de separar, que los jueces investiguen y juzguen el pasado y los políticos y todos los que están en la vida pública actúen en el presente. No hablo de olvidar, hablo de situar las cosas en la vía adecuada y en este caso la vía es la de los juzgados".