A su juicio, la Sala Segunda del Tribunal Supremo sólo encargó a Móner la instrucción del sumario del secuestro de Segundo Marey pero no le delegó el derecho de apelación, facultad que quedó reservada para toda la Sala.

Murillo valoró positivamente la decisión de la Sala de llamar a todas las partes del caso para que expongan sus razones sobre la posible comparecencia de González, ya que demuestra que "la justicia empieza a abrirse camino or encima de la política", al tratar a las personas aforadas como al resto de los ciudadanos.

Asimismo, agregó que la Sala Segunda podrá tomar una decisión ajustada a derecho si da a los abogados de las partes la oportunidad de expresarse y alegar.