Los convocantes del acto, que pretenden que se repita cada año, han suscritotambién un manifiesto con sus reivindicaciones, bajo el título "¡Hay que parar la homofobia!".

Entre sus peticiones figura la "prohibición de financiar y/o subvencionar con fondos públicos cualquier organización, entidad, evento o campaña que fomente o promueva, por sus planteamientos o por sus actos, la discriminación de las personas por su opción sexual, como por ejemplo la Iglesia católica".

Estos colectivos piden asimismo el reconocimiento del "derecho a no prestar ningún servicio en entidade, instituciones o poderes, tanto públicos como privados, que se caractericen por su actitud homofóbica, explícita en su reglamento o implícita en sus prácticas"

Exigen la aplicación del Código Penal contra toda agresión física o psíquica contra los homosexuales y que "se acabe la difamación y el silencio que se otorga a la realidad de transexuales, lesbianas o gais dentro del ámbito académico o educativo", mediante "planes de educación sexual no homofóbicos, reflejando la pluralidad sexual".

El mnifiesto también se refiere a la promoción de medidas preventivas del sida, a la agilización de la disponibilidad de nuevos medicamentos en todos los centros sanitarios y al derecho al matrimonio de parejas del mismo sexo.

Además de animar a los gais, lesbianas y transexuales a participar en el espacio público y político como medio de avanzar en la conquista y reconocimiento de sus derechos y libertades, piden a los partidos, sindicatos y demás organizaciones que apoyen sus reivindicaciones y se haganpartícipes de las mismas, incluyéndolas en sus programas.