Elorriaga, en una etrevista publicada hoy por el diario ABC, asegura que los buenos resultados que prevén los sondeos para el PP en los próximos comicios "no garantizan nada porque si algo nos indican en los últimos meses las encuestas es que son muy volátiles y que en muy poco espacio de tiempo varían muy significativamente las tendencias de voto de los españoles".

De esta forma, el coordinador de Estudios y Formación del PP y secretario de Estado de Organización Territorial, está completamente volcado en la campaña deMariano Rajoy, "aunque Aznar es un enorme activo electoral y tendrá protagonismo en la campaña del nuevo candidato del Partido Popular".

"Lo que es cierto es que el PP, tanto como partido como respecto a la acción de Gobierno, tiene muy elaborado su discurso sobre el modelo de organización territorial, y defenderá sus ideas con la firmeza que le ha caracterizado siempre", añade.

Gabriel Elorriaga opina que Rajoy incorpora "grandes virtudes como candidato, quizá la primera, que ha pasado más inadvrtida, es su experiencia de Gobierno, y además, es un político de la España constitucional, de la España surgida en 1978, con toda su complejidad y con toda su diversidad y que ha tenido experiencia en todas las áreas de Gobierno".

Para Elorriaga, "el nuevo candidato es un hombre con una sensibilidad especial respecto al País Vasco, Cataluña y obviamente Galicia, pero tiene claro que su mensaje se tiene que proyectar en todo el territorio nacional".

TENSIONES TERRITORIALES

También Elorriaga opia sobre la actual situación en el País Vasco que "el Plan Ibarretxe está recibiendo un muy tibio respaldo y cuando haya unas elecciones autonómicas allí podremos constatar el apoyo real que tiene ese proyecto". "Además, estamos a la espera de la decisión del Tribunal Constitucional sobre la viabilidad de la tramitación del Plan Ibarretxe", añade.

Respecto a la situación en Cataluña, Gabriel Elorriaga cree que el nuevo Gobierno está poniendo en marcha "una cierta táctica para que aflore en estos moments la parte más típica de izquierda y atenuar el discurso nacionalista, pero es una táctica de poco éxito porque en estas pocas semanas ya hemos oído hablar de tensar la cuerda, del drama que se produciría si no se atienden sus requerimientos".