Esta acción se lleva a cabo en virtud de un acuerdo de colaboración firmado con la empresa Bosques Naturales. Su objetivo, explica en un comunicado, es brindar a los familiares la oportunidad de plantar un árbol en recuerdo de los seres queridos que ya no están.

Para ello, en cada sala de los tanatorios hay varios árboles que las familias y personas allegadas pueden llevarse para plantar en su hogar. Cada mes se repartirán 6.000 árboles. En esta primera fase, se están repartiendo 3.000 madroños y 3.000 encinas, dos especies que se adaptan bien a todo tipo de suelos.

Parcesa y Bosques Naturales comparten el objetivo de que esta acción contribuya a mejorar el medio ambiente, pues son numerosos los beneficios que conlleva la plantación de árboles: emisión de oxígeno, absorción de CO2, mejora del suelo, control de la erosión y aumento de la biodiversidad.

Se estima que cada encina absorberá en los próximos 20 años unos 111 kilogramos de dióxido de carbono y cada madroño capturará en el mismo periodo aproximadamente 443 kilogramos de CO2.