Desde hace 15 años un discapacitado psíquico en España puede estar tutelado por una persona jurídica, como una fundación, no necesariamente por una persona física. Normalmente, las fundaciones tutelares españolas atienden a persons que el juez, por horfandad u otras causas, les ha encomendado.

Pero estas entidades, que son responsables jurídicamente del minusválido, necesitan personas voluntarias que, sin tener esa responsabilidad legal que corresponde a la fundación tutelar, den cariño y compañía al deficiente, manifestó a Servimedia el presidente de la Fundación de Tutela de Castilla y León, Luis Redondo.

"Este voluntario tiene un perfil muy específico, porque tiene que hacer un poco de padre; aunque él no es el tutor, fectivamente sí lo es", señaló Redondo.

El pasado 14 de junio se reunieron en Burgos medio centenar de voluntarios con discapacitados psíquicos a su cargo (delegados tutelares), la primera reunión de este tipo desde que existe esta forma de voluntariado. La gerencia de Servicios Sociales de la Junta de Castilla y León también estuvo representada, así como entidades y asociaciones de ese campo como la Confederación de Asociaciones pro Discapacitados Psíquicos (Feaps).

En la reunión se planteó la cnveniencia de que el delegado tutelar cuente con naturaleza jurídica, ya que en este momento sólo tiene tal naturaleza la fundación tutelar.

El Código Civil contempla la figura del guardador de hecho de un discapacitado psíquico que no cuenta con un tutor legal, sea persona física o jurídica, pero no recoge la persona voluntaria que cuida de un minusválido que a su vez está tutelado por una entidad jurídica, en este caso una fundación.

"Es importante saber que estamos en presencia de una forma desolidaridad nueva", subrayó Redondo. El presidente de la fundación castellano-leonesa anunció la preparación de unas jornadas con jueces y fiscales para darles a conocer estas figuras, "porque en algunos sitios tienen un despiste importante".