Así lo demandó en un comunicado emitido a raíz del fallecimiento, el pasado 21 de febrero, de una niña gitana en un incendio en Linares (Jaén) y en el que subrayó que la vivienda siniestrada se encuentra en una zona donde existe “alta concentración de población gitana” y presenta “problemas de habitabilidad”.

En concreto, explicó que ese día se produjo un incendio iniciado por un brasero en un edificio del barrio de Arrayanes de Linares (Jaén), que alcanzó a varias viviendas, incluida la de la familia de Antonia, una niña de 10 años, participante del programa de apoyo educativo Promociona, de la propia fundación.

“Como consecuencia de la inhalación del humo, varias personas resultaron heridas y, lamentablemente, Antonia no pudo superarlo y acabó falleciendo”, abundó la fundación, que se mostró “muy dolida por lo sucedido” y, sobre todo, su equipo territorial de Linares, que lleva desde que ocurrió el incendio “acompañando a la familia”.

La fundación quiso trasladar a sus padres y hermanos su “más sincero pésame por la pérdida de su hija”. “Nos ponemos, como bien saben, a su disposición para acompañarlos en todos los trámites que quieran llevar a cabo, respetando en todo caso su decisión y los tiempos que requieran, dadas las durísimas circunstancias en las que se encuentran”, abundó.

PETICIÓN DE AYUDA

A este respecto, también dijo “valorar” la actuación del Ayuntamiento de Linares y de la Agencia de Vivienda y Rehabilitación de Andalucía (AVRA), proporcionando a la familia los recursos de primera necesidad e hizo un “llamamiento para que se continúen solventando las dificultades que sigan teniendo, tanto esta familia como el resto de los afectados”.

“Esperamos que las administraciones proporcionen todas las ayudas y recursos disponibles para este tipo de situaciones de emergencia, en igualdad de condiciones”, puntualizó la fundación, convencida de que este tipo de incidentes “demuestran las consecuencias, a veces trágicas, de la pobreza y, sobre todo, en cómo impacta a los niños y niñas que viven en hogares pobres”.

Tras aseverar que, según los últimos resultados de la Encuesta de Condiciones de Vida, la pobreza infantil “ha aumentado en los últimos años en nuestro país” y se trata de “una situación estructural que atraviesa especialmente a muchas familias gitanas”. “Esto, unido a la segregación residencial y a la infravivienda, expone especialmente a la infancia a la vulneración de derechos y a este tipo de fatalidades”, resolvió.