Ambas instituciones están interesadas en cooperar conjuntamente para difundir, colaborar y apoyar diferentes acciones para impulsar la prevención y cura del Alzheimer y enfermedades neurodegenerativas.

En concreto, la colaboración entre la Fundación Pasqual Maragall y el Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos se compromete a promover acciones de información, formación, concienciación y sensibilización del alzhéimer dirigidas a farmacéuticos y a la población para mejorar su detección precoz, así como la promoción de la salud y la mejora de la calidad de vida de afectados por la enfermedad de Alzheimer y sus familiares.

El acuerdo también establece elaborar y publicar estudios y proyectos de investigación para la mejora de la calidad asistencial con la participación de los profesionales farmacéuticos, y colaborar en el desarrollo de campañas y actividades informativas y divulgativas.

El director de la Fundación Pasqual Maragall, Arcadi Navarro, aseguró que les complace mucho tener este acuerdo de colaboración con el Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos porque “demuestra el interés de este importante colectivo frente el alzhéimer, sus consecuencias y su investigación.”

Por otra parte, el presidente del Consejo General de Colegios Farmacéuticos, Jesús Aguilar, manifestó que “la firma de este acuerdo supone un paso más en la estrecha colaboración que mantiene el consejo con los pacientes y con entidades como la Fundación Pasqual Maragall que fortalecen la investigación en enfermedades de gran impacto desde la propia sociedad civil”.

El alzhéimer es el responsable del 75% de las demencias, que son alteraciones crónicas de salud que afectan a más de 900.000 personas en todo el Estado. Esto son una de cada 10 personas mayores de 65 años, y un tercio de las mayores de 85 años. Unas cifras que, de no encontrarse tratamientos modificadores, podrían duplicarse en el año 2050.

Es una enfermedad que genera un importante deterioro cognitivo, caracterizado por la pérdida de memoria, alteraciones en el lenguaje, pérdida del sentido de la orientación y dificultad para la planificación de tareas o la resolución de problemas. Este deterioro suele ir acompañado por cambios en la personalidad y el comportamiento.

Una estimación conservadora sitúa el coste anual de esta enfermedad en 24.000 euros por persona, de los cuales el 87% los asume la familia de la persona con alzhéimer. Además, según un estudio demoscópico de la Fundación, la ciudadanía reconoce que el alzhéimer es la segunda enfermedad que más le preocupa por detrás del cáncer. La realidad es que 2 de cada 3 personas en España conoce a alguna persona que sufre o ha sufrido alzhéimer.