FAES definió a Loyola de Palacio como una "brillante parlamentaria y eficaz gobernante" que demostró "una gran capacidad de liderazgo y un fuerte entusiasmo en el debate de las ideas".

Aznar, que nombró en 1996 a De Palacio ministra de Agricultura, y el resto de los miembros de la Fundación FAES pidieron "una oración por su alma" y lamentaron que no haya podido restablecerse del cáncer de pulmón que los médicos la diagnosticaron hace cinco meses.

FAES manifestó también que "poco tiempo antes de detectar la enfermedad que ha acabado con su vida, De Palacio continuaba dirigiendo en la Fundación un ciclo de seminarios dedicado al estudio de reflexiones y propuestas en materia de energía".

Además, destacó que "su enorme prestigio también se dejó notar en el ámbito europeo, como se pudo atestiguar el pasado mes de septiembre en la reunión anual de European Ideas Network, cuyos integrantes expresaron públicamente su admiración por ella".