El estudio tendrá una duración de 18 meses y ha sido financiado con una ayuda del programa nacional de investigación para la promoción de la vida activa de la Fundación Robert Wood Johnson, dotada con 100.000 dólares.

El incremento de la obesidad en los Estados Unidos, ha impulsado a los urbanistas a buscar las relaciones entre el diseño de los núcleos urbanos y la actividad física. Sin embargo, hasta ahora se han realizado escasas investigaciones sobre las barreras arquitectónicas que impiden a las personas con discapacidad llevar una vida activa.

El equipo de investigación de la AFB pretende averiguar la influencia de diversos factores, como el mal estado de las aceras o la inaccesibilidad de las veredas de los parques, en la práctica de ejercicio por parte de las personas que utilizan ayudas técnicas para la movilidad, como bastones largos, perros guía o sillas de ruedas.

Estudios previos han revelado que las personas con discapacidad participan mucho menos en actividades deportivas que aquellos que no sufren discapacidad, lo que incrementa sus posibilidades de tener problemas de salud.

Para la realización de este estudio está previsto encuestar a doscientas personas residentes en los cincos distritos de Nueva York. De ellos treinta y dos serán seleccionados para una participación más intensa, ocho de los cuales serán usuarios de bastones, perros guía, sillas de ruedas manuales y motorizadas.

La investigación se compondrá de encuestas telefónicas, y entrevistas personales, y también incluirá la observación de la práctica de actividades deportivas in situ.

En las conclusiones los autores realizarán una comparativa entre las facilidades para el deporte que ofrecen las distintas áreas de Nueva York, dirigida a los responsables de urbanismo.