La nueva imagen de la fundación pretende reflejar su visión más amplia y precisa de los colectivos a los que sirve, entre los que se incluyen los ciegos, las personas con algún tipo de discapacidad visual, y un creciente número de ancianos con problemas oculares asociados a la edad.

"Nuestro objetivo hoy es el mismo que cuando se fundó nuestra institución, hace ahora más de ochenta años: eliminar la desigualdad a la que se enfrentan los ciegos y las personas con discapacidad visual", ha subrayado Carl R. Augusto, presidente de la AFB.

Asimismo destacó como prioridades de la organización que preside, garantizar la autonomía de las personas con discapacidad visual y lograr la total accesibilidad de las tecnologías actuales, y las que se desarrollen en el futuro, para que beneficien a este colectivo en la misma medida que al resto de la sociedad.

La fundación seguirá desarrollando su trabajo con el sector empresarial para conseguir que todos los productos sean accesibles para todos los consumidores, incluidos los que sufren pérdida visual.

La AFB también tiene por objetivo seguir siendo un centro de referencia y recursos para los profesores y profesionales que trabajan con personas con esta discapacidad, y ampliar el acceso a esta información a través de Internet.