El informe elaborado por las profesoras Raquel Carrasco y Carolina Ortega concluye que "no existe un efecto adverso sobre las oportunidades de empleo y los salarios de los trabajadores nativos" que se desprenda del fenómeno de la inmigración.

Además, sostiene que las diferencias salariales existentes entre los trabajadores inmigrantes y los nacionales se deben a la experiencia, la edad y la formación.

El estudio asegura que en el 94% de los casos, las diferencias salariales se explican por diferentes características de los dos colectivos. En concreto, apunta que el 46% de dicho diferencial se debe a la antigüedad en los puestos, el 32% a la menor edad de los inmigrantes, el 25% a su menor nivel de estudios y a una menor cualificación.

"Apenas un 6% del diferencial de salarios entre inmigrantes y españoles permanece sin ser explicado a partir de características observables", defiende el informe.