En rueda de prensa tras la firma de un preacuerdo, que deberá ser ratificado la próxima semana por los órganos de dircción de FSP-UGT y FSAP-CCOO, Lacuerda destacó que el pacto es "positivo y razonable".

Aunque reconoció "los sacrificios" de los últimos años por parte de los funcionarios y que el acuerdo logrado "puede parecer insuficiente", los avances pactados son "de alcance y calidad", principalmente los referidos a materia retributiva y mejora de la estabilidad en el empleo, añadió Lacuerda.

Lezcano calificó de "positivo" el acuerdo que hacen "viables dos de nuestras señas de identidad: la mejora de los sevicios públicos y la mejora de las condiciones de vida y trabajo de los empleados públicos".

La subida de los salarios por encima de la previsión de inflación "corta la hemorragia de la pérdida de poder adquisitivo" que se venía produciendo en los últimos años.

El dirigente de CCOO resaltó la "limitación de la tasa de reposición y la acotación de la temporalidad al 8%", desde el 22% actual.

Los sindicatos no abandonan una de sus principales banderas en las negociaciones, como la implantaciónde una cláusula de revisión salarial que permita garantizar que los sueldos suban al mismo ritmo que el IPC real.

CSI-CSIF

El presidente de CSI-CSIF, Domingo Fernández, principal sindicato de la función pública, reconoció que el acuerdo suscrito por su organización "no es el mejor de los posibles, pero esta vez sí tiene elementos positivos que nos llevan a la firma".

Dichos avances son la mejora de las condiciones de trabajo y la modernización de la Adminsitración y que se mejoren las retribucines y se consoliden las mejoras.