Gestha explica en un comunicado que estos problemas, que se dan sobre todo en las grandes ciudades, se producen porque la demanda ciudadana supera claramente la oferta que se ofrece desde la Administración Pública, ya que el número de declarantes, a pesar de que la reforma del IRPF preveía que bajara, ha aumentado desde 1999 sin que las partidas destinadas a personal y medios técnicos hayan crecido en terminos reales.

Además, según Gestha, bastantes contribuyentesse quejan de que las oficinas de la Agencia Tributaria no confeccionen las declaraciones ordinarias de muchos contribuyentes que deben declarar plusvalías como consecuencia de ventas de acciones y pisos o por ser empresarios o profesionales excluidos del sistema de módulos.

Gestha asegura que, en estos casos, lo habitual es indicarle al contribuyente que si no sabe confeccionar su declaración con el programa Padre, acuda a un asesor fiscal, ya que confeccionar la declaración a mano sin cometer erroreses casi imposible, dada la complejidad que implica la cesión parcial de la recaudación a las comunidades autónomas.

El sindicato de funcionarios de gestión de Hacienda denuncia también que sigue siendo muy fácil eludir el control fiscal de las rentas no salariales y obtener desgravaciones indebidas, como consecuencia, a su juicio, "de la falta de un control riguroso y sistemático".

Según Gestha, esta situación es frecuente en las rentas procedentes del arrendamiento y venta de pisos, en muchas acividades empresariales y profesionales, y en las deducciones asociadas a la compra de vivienda habitual, entre otras.

Además, critica este sindicato, desde que entró en vigor la reforma del IRPF aprobada en 1998, no se ha realizado ninguna campaña extensiva para requerir el pago del impuesto a aquellos contribuyentes que no han declarado y tenían obligación de hacerlo, o a los que sin estar obligados a declarar han soportado en nómina retenciones inferiores porque no han comunidado a la empresa su veradera situación personal o familiar.