El pasado 31 de enero, esa funcionaria, que responde a las iniciales M.S. causó lesiones a uan compañera, a la que se diagnosticó en el hospital madrileño de La Milagrosa "fractura de escafoides, luxación de clavícula y múltiples y graves contusiones en todo el lado izquierdo de su cuerpo, que obligan a la víctima a permanecer inmovilizada por un tiempo indeterminado".

El escrito de denuncia relata una larga lista de incidentes: "a la funcionaria C.O. hace arios meses, sin mediar palabra, le dio dos cachetes, que luego dijo que eran 'cariñosos (...). Cuando pasan por delante de ella las secretarias, o bien dice 'guarras' o emite el sonido onomatopéyico de arrear el ganado (...). Al delineante L.A. le cerró la puerta de su despacho y le dijo: 'tú encerrado ahí'. Al oponerse él y abrir la puerta, le arrojó un portacelo de sobresa -de al menos un kilo de peso-".

Tras el relato de los hechos, los denunciantes señalan que "a pesar de ser profanos en cuestions médico-psiquiátricas, los firmantes consideran que su compañera debería recibir algún tipo de tratamiento. Su presencia y actitud les infunden temor y angustia". Los trabajadores, quienes hasta ahora han dirigido sus quejas al subsecretario del Ministerio de Asuntos Exteriores, aún no han recibido respuesta satisfactoria.