La cárcel, inaugurada hace ahora un año por el ministro de Justicia, Tomás de la Quadra, estaba considerada com una de las más modernas de las existentes en el país, tanto por su configuración arquitectónica, como por las medidas de seguridad.

Los dos presos evadidos, Francisco José A.M y Jesús María S., ambos de 31 años de edad, y naturales de Barcelona y Burgos respectivamente, se hallaban confinados en el módulo 4 de la prisión, y estaban considerados como presos del primer grado.

Los fugados cumplían diversas penas por robos con intimidación y tenencia ilícita de armas, que serían cumplidas en el año 015, en el caso de Francisco José A.M., mientras que Jesús María S. obtendría la libertad en el año 2002.

Francisco José A.M. protagonizó en 1990 otro intento de fuga de un centro penitenciario, lo que había elevado su carácter de peligroso.

Según fuentes de la Prisión Provincial de Alhaurín de la Torre, la fuga se produjo el martes por la tarde, entre las ocho y las nueve, sin que ninguno de los sistemas de alarma electrónica detectasen movimiento alguno.

El subdirector del recinto penitencario, Pedro Martínez, ha confirmado que la fuga se produjo como consecuencia del fallo en el sistema electrónico de seguridad, que hace saltar la alarma si detecta algún movimiento, y al mismo tiempo acciona el mecanismo de vídeo-grabación.

El sindicato Comisiones Obreras ha asegurado hoy que hace algunas semanas denunció, ante la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias, el estado del sistema de seguridad, así como las nulas condiciones del módulo 4, en el que se hallaban los fugados.

ste sindicato estudia, asímismo, interponer una denuncia contra el secretario general de Instituciones Penitenciarias, al que consideran el responsable de la evasión de los presos.

No es la primera vez que el sistema electrónico de seguridad no ha respondido a las exigencias del centro penitenciario, lo que ha provocado que Instituciones Penitenciarias no haya recepcionado aún las obras realizadas en la prisión.

Dos inspectores de la Dirección General de Instituciones Penitenciarias se han traslaado hoy hasta la prisión malagueña, para comprobar sobre el terreno los defectos electrónicos que han facilitado la evasión.

En algunas ocasiones los funcionarios de la cárcel han denunciado también la fragilidad de los barrotes de hierro y rejas de las celdas, que pueden ser serradas en menos de cinco minutos.

Efectivos de la Guardia Civil y la Policía Nacional han montado un dispositivo especial para lograr la detención de los evadidos.