En este ejercicio participan militares de 15 naciones miembros de la OTAN, además de España. Se trata de Estados Unidos, Reino Unido, Alemania, Francia, Bélgica, Canadá, Dinamarca, Grecia, Hungría, Italia, Noruega, Países Bajos, Polonia, Rumanía y Turquía.

De esos 3.000 soldados, 1.700 pertenecen a los componentes terrestre y aéreo y al cuartel general de la Fuerza Operativa Conjunta Desplegable, que desarrollarán el ejercicio en tierra, mientras que otros 1.300 son dotación de buques.

El ejercicio proporcionará a estos militares la primera oportunidad de efectuar el despliegue operativo lejos de sus bases de asentamiento.

Se basa en un escenario ficticio que consiste en la respuesta a una supuesta crisis bajo mandato del Capítulo VII de la Carta de Naciones Unidas, y servirá para demostrar la capacidad de activar, conformar y desplegar esta Fuerza de Respuesta.

El ejercicio se desarrollará en condiciones de restricción de espacio y tiempo reales, y consistirá en el despliegue de un Equipo de Enlace y Reconocimiento Operacional, entrenando el posterior traslado de un cuartel general de la Fuerza Operativa desde su base en un portaaviones británico a una base en tierra.

El Ministerio de Defensa asegura que este ejercicio se hará de acuerdo con las normas y restricciones establecidas por la OTAN y por el país anfitrión, España, para asegurar la protección medioambiental de las islas.

Por parte de España participarán, por ejemplo, la fragata "Canarias" y cuatro cazabombarderos F-18 "Hornet" del Ala 46 y dos aviones de transporte táctico CASA-295 del Ala 35, además de varias unidades de apoyo logístico.