FUENTES QUINTANA RECLAMA UN PRESUPUESTO URGENTE CUYA EJECUCION DEPENDA DIRECTAMENTE DE FELIPE GONZALEZ
- Considera que el Gobierno ha reaccionado tarde a la crisis
- Pide un "examen de conciencia" a los sindicatos
- "Es una falsedad que los salarios hayan pedido capacidad adquisitiva"
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El profesor Enrique Fuentes Quintana reclamó hoy al nuevo Gobierno -que a su juicio debería auna a todas las fuerzas políticas posibles- la elaboración urgente de unos Presupuestos del Estado para 1993 que deberían estar concluidos en el mes de julio y cuya ejecución dependa directamente de la Presidencia del Gobierno.
En su opinión, el programa presupuestario debe abordar de frente la reforma de las administraciones públicas, para corregir el "intolerable crecimiento del gasto y el déficit", una política fiscal que prime el ahorro y la inversión, una mejora de la gestión y "comprometer la ejecuión de los Presupuestos al máximo nivel ejecutivo".
"Dicho de otra forma", explicó, "los presupuestos no son un juego del director general o una responsabilidad limitada del ministro de Hacienda. Los presupuestos tienen que pasar a la Presidencia del Gobierno. Una Oficina Presupuestaria debe depender directamente del presidente, igual que depende en Estados Unidos, con unos asesores económicos que obligan al presidente a analizar diariamente la situación presupuestaria".
En declaraciones a la Cadna Ser, Fuentes Quintana opinió que así será posible durante los próximos meses "saber dónde cortar y dónde no cortar", porque "es la capacidad política del presidente, que nadie duda, y su capacidad de liderazgo, que nadie discute, la que nos debe ayudar a salir de la crisis actual".
Destacó el papel fundamental que tienen en la situación actual los sindicatos y, tras reclamarles un "examen de conciencia" sobre el paro que viene, y que en buena parte deriva "del crecimiento de los costes del trabajo" solicitó a las centrales un cambio de postura basado en una respuesta dialogada al Gobierno.
Fuentes Quintana, para quien los tipos de interés sólo deberán bajar en función de los esfuerzos que seamos capaces de hacer, señaló que no se puede mantener la actual situación de ocultismo sobre la situación real de la economía y que ya en octubre del año pasado González o los responsables de la política económica de su gabinete deberían haber dicho claramente al país "dónde estamos".
"Yo me niego a crer que no lo sabían", dijo el profesor de Economía, porque "en principio, todos los organismos internacionales habían afirmado que el año 1992 era un año en el que la recesión empezaba a entrar en la economía europea y todos los países continentales de Europa atravesaban momentos difíciles".
A su juicio, "lo que fuera pasaba era fundamental para lo que dentro sucedía", y agregó: "Yo creo que lo que no se quiso es asustar al país. Había una situación en virtud de la cual se creía que la circunstancia d la crisis era pasajera". "Ahí hubo un error grave de pronóstico, un error que tenía que haberse rectificado a tiempo", recalcó.
GOBIERNO DE CONCENTRACION
Reclamó un Gobierno que aúne todas las fuerzas posibles, con políticos en las carteras principales capaces de transmitir los mensajes que hay que lanzar al país. Añadió que "dada la situación", no es descartable un "gobierno de concentración nacional" en los próximos meses "si seguimos perdiendo el tiempo como desde octubre hasta aquí".
No obtante, opinó que aún se está a tiempo de decir la verdad "a un país adulto, democrático, como es el nuestro". "No es posible que nos sigan diciendo que la recuperación está a la vuelta de la esquina, mientras los datos desmienten categóricamente esta situación".
HACER CARA
Fuentes Quintana afirmó que la situación actual es de clara recesión y que lo más grave de todo es la caída de las inversiones, porque sin ellas, dijo, "un país no tiene futuro". Señaló que las políticas de bienestar realizadas po el Gobierno en los últimos diez años son claramente socialistas y que, aún siendo necesarias, quizá han ido un poco más lejos de lo que debían.
No obstante, se mostró partidario de que las reformas que se adopten hasta ahora no deberían centrarse en los recortes de las conquistas logradas en el Estado del bienestar a través de las políticas de protección. "Por otras trincheras se tiene que ceder en el ataque hacia la prosperidad antes que en estas".
Indicó, sin embargo, que "la situación del paí va a ser muy seria" y que es probable que sea necesario "tocar" la coberturas sociales, en cuyo caso la política a seguir debería ser proteger a los más desprotegidos, pero antes de llegar a este extremo señaló el recorte de gastos como los consultivos o las subvenciones a las empresas públicas y privadas. "Es intolerable que la empresa pública esté teniendo las pérdidas que tiene, renovándose ayudas presupuestarias que no llevan a nada".
Opinó que es imposible hacer una política más hacia a la izquirda de la que ha practicado el Gobierno de Felipe González, y agregó que insistir en esa línea sería "un error fundamental". "Es una falsedad intolerable", dijo, "la idea de que los salarios han perdido capacidad adquisitiva".
Reformar el mercado de trabajo, liberalizar los servicios causantes de una inflación importante y una política de pactos que inspiren confianza al país y que sean presentados en documento a la sociedad por el propio presidente en fechas "inmediatas" son otras de las medidas de coque que, según Fuentes Quintana, no pueden demorarse.
(SERVIMEDIA)
01 Jul 1993
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