En su intervención ante el Consejo Político, una de las más de setenta que se solicitaron tras el discurso de Llamazares para presentar su informe político, Frutos recalcó que "he votado otros informes iguales que éste, que no decían nada, pero como hoy tengo una vena escéptica, voy a pedir que se devuelva a la Presidencia y se discuta a fondo".

En su opinión, IU necesita mantener "una línea clara, un discurso entendible, protagonistas creíbles, y una dirección participativa y democrática", para no encontrase otra vez "con una terapia retórica y un nuevo llamamiento moral. Pongámonos de acuerdo sobre bases políticas concretas", porque actualmente "hay un batiburrillo desde IU a sus militantes".

Frutos se preguntó como en las últimas elecciones generales, en un momento de "grandes movilizaciones en la calle y las mejores perspectivas para la izquierda", IU empeoró sus resultados respecto a los anteriores comicios, gracias, ironizó, a "valiosos aliados internos incapaces de levantar la cabeza por su propio peso".

"MULETA DEL PSOE"

Otra de las posiciones discrepantes la expresó Willy Meyer, quien confió en que Llamazares no haga caso omiso a los mensajes que se le lanzan desde la coalición y reoriente su política para dejar de ser la "muleta del PSOE" en políticas como la Ley de Defensa, que IU nunca debería haber respaldado.

Meyer explicó a esta agencia que con esta posición será imposible para la coalición remontar electoralmente, ya que se enfrenta a los perjuicios de llevarse todas las críticas por las políticas del Gobierno sin tan siquiera formar parte del Ejecutivo.

Los representantes de otras corrientes internas, como los de Espacio Alternativo, Jaime Pastor y Pedro Montes reprocharon al líder de la coalición que no propicie una dirección más colegiada y participativa.