En una entrevista en "Mundo Obrero", periódico editado por el PCE, recogida por Servimedia, Frutos resalta que "bienvenida sea" la declaración de la banda terrorista, "aunque por si acaso voy a permanecer a la expectativa, ya que en Lizarra me engañaron".

Resalta que el momento actual viene de una situación de "debilidad notoria" de ETA por las movilizaciones, las detenciones y el desmantelamiento de infraestructuras, la ilegalización de Batasuna, las dificultades para "robar" dinero, la "nula perspectiva política de obtener algo" y la conciencia de que tras el 11-M "nadie, ni tan siquiera el entorno de Batasuna, iba a tolerar moral y políticamente coches-bomba y tiros en la nuca".

"Se abre, pues, la posibilidad de una nueva etapa en la que pueden defenderse las ideas sin terrorismo ni extorsión", prosigue. "El balance de la actuación de ETA después de la amnistía de 1977 es francamente negativo para la izquierda".

Para Frutos, décadas de terrorismo han provocado un nulo "avance social, división de la ciudadanía, aumento del conservadurismo ante los atentados, entretenimiento de la ciudadanía vasca y española en hablar del terrorismo, pérdida de las energías democráticas, degradación moral en la medida en que, en nombre de ideas de izquierda que proclama ETA y su entorno, se han utilizado métodos de carácter fascista".

"Resumiendo, vidas y tiempo perdidos, ni un sólo paso de avance en la construcción de una sociedad plenamente democrática en la perspectiva socialista", concluye el dirigente del Partido Comunista.

El último número de "Mundo Obrero" dedica también su editorial al alto el fuego, ante el que "la prudencia se hace presente, asegurar la desaparición total de ETA se convierte en el primer objetivo, sin Esto otras cosas no serán posibles".

"Produce vértigo lanzarse con euforia al nuevo proceso que se abre", continúa. "Pesan sobre muchos de nosotros otras situaciones similares, tal vez con situaciones sociales menos maduras, pero oportunidades, al fin y al cabo, que fueron arruinadas".