LA FRAVM ASEGURA QUE LA HUELGA DE LA EMT CARECE DE OBJETIVOS Y HA FRUSTRADO A LOS MADRILEÑOS
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El responsable de Transporte de la Federación Regional de Asociaciones de Vecinos de Madrid (FRAVM), Francisco Caño, hizo hoy una reflexión sobre los efectos de la huelga de la EMT, en la que expresa su indignación por el conflicto, que, a su juicio, ha causado estragos entre todos los trabajadores de Madrid y ha provocado la "intervención negativa" de las administraciones en asunos como la privatización del servicio y la ley de huelga.
Caño exigió nuevamente responsbilidades a los dirigentes de la Plataforma Sindical, así como una mayor flexibilidad y comprensión al alcalde de Madrid, "que ejerce sus funciones como si a él no se le pudieran pedir explicaciones por tantos temas que funcionan mal en nuestro Ayuntamiento", indicó.
El dirigente vecinal explicó que la huelga ha sido interpretada de diferente manera por los ciudadanos, ya que unos opinan que el fin principal dl conflicto fue "fastidiar" al Consorcio de Transportes, mientras que otros estiman que lo que realmente perseguían los huelguistas era acabar con el "ya de por sí deteriorado transporte público madrileño".
La FRAVM considera que la huelga de la EMT tuvo su origen en el "mal sindicalismo que organizaciones de carácter gremialista protagonizan, abusando del régimen democrático", en clara referencia a los responsables de la Plataforma Sindical.
Asimismo, recuerda que la federación de vecinos se mosró contraria a los despidos y propuso que los expedientados aceptaran excedencias incentivadas por un periodo razonable de tiempo.
"Sin embargo", añadió Caño, "ninguno de nuestros planteamientos fue aceptado por ninguna de las partes y hoy todos los vecinos de Madrid nos encontramos totalmente frustrados y hartos por una huelga en la que seguimos sin saber qué quería la Plataforma Sindical".
Finalmente, el responsable de Transportes de la FRAVM pone de relieve que las huelgas son el último instruento utilizado por los sindicatos para negociar unos convenios mínimos que logren mantener el poder adquisitivo de los asalariados.
"Aunque existen hoy demasiadas voces de carácter oficial que culpan exclusivamente a los sindicatos de las huelgas y omiten la parte de responsabilidad que corresponde a los empresarios, siendo, cuando menos, la mitad", concluyó Caño.
(SERVIMEDIA)
14 Abr 1992
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