Tribunales

El francotirador que intento matar a Sánchez dice que no tenía “intención real” de asesinarlo y que fue una “chiquillada”

MADRID
SERVIMEDIA

Manuel Murillo, el hombre al que este martes juzga la Audiencia Nacional por planear el asesinato del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, aseguró en su declaración que nunca tuvo “intención real” de perpetrar un atentado contra el jefe del Ejecutivo y se excusó en que bebía y entonces tenía “ensoñaciones” patrióticas, que siempre fueron “de broma”, y llegó a calificar sus planes como verdaderas “chiquilladas” que nunca se planteó ejecutar.

En la primera sesión del juicio en el que la Fiscalía pide para él 18 años y medio de prisión, insistió en que no es un asesino, todo lo más “un sentimental”, que con su sus amigos jugaba en el grupo de Whatsapp ‘Terrassa por España’ "a ver quién la decía más gorda", pero insistió en que él no mata “a nadie”.

Ese grupo aglutinaba a varias personas de ideología conservadora a las que ni siquiera conocía personalmente, dijo. En ese grupo, fantaseó con la idea de disparar al presidente del Gobierno pese a que “no soy ni militar, ni francotirador, ni mercenario, ni bueno tirando. No voy a cazar ni he tirado nunca en distancia larga”. Esos mensajes fueron detectados por las Fuerzas de Seguridad, que lo detuvieron en septiembre de 2018.

En uno de sus menajes decía: "Al Sánchez hay que ir a cazarlo como un cuerno (ciervo) y poner la cabeza en la chimenea. Tantos cazadores en España y ninguno tiene cojones. Solo matan pobres animalitos que no rompen España, a este sí que hay que cazarlo". En la vista dijo que estos mensajes son “disparates” y “animaladas” inducidas por su estado de embriaguez o por el consumo de Trankimazin que, según dijo, puede hacer “alucinar”. Y esgrimió que en sus 65 años de vida no ha sido condenado por ningún delito o falta.

En respuesta a las preguntas del fiscal, insistió en que su rabia se dirigía contra quien pudiera hacer daño a España, por ejemplo, los terroristas yihadistas, y que llegó a sentirse “como Rambo”, aunque nunca tuvo intención de ejecutar sus planes. Nunca creyó que el asunto llegara a complicarse y dijo que sus “ensoñaciones” fueron “cosas de crio”.

El fiscal le preguntó por la gran cantidad de munición que se encontró en su casa durante los registros y se justificó en que se había pasado el verano fabricando las balas para ir a una galería de tiro en otoño.

(SERVIMEDIA)
15 Mar 2022
SGR/clc