Dirigiéndose a aquellos que “se les llena la boca” hablando de “igualdad, solidaridad” e “internacionalismo” durante su discurso en la manifestación convocada por Sociedad Civil Catalana en Barcelona contra la amnistía, alertó de que si se vota y aprueba una amnistía, así como el proyecto independentista, se cometerá el “peor de los delitos, el perjurio ideológico".

A su juicio, lo que hay actualmente es un “contencioso” de independentistas que quieren “imponer al resto” de catalanes su “modelo de sociedad”. “Hoy estamos aquí para decir que no nos engañen, saquemos la venda de los ojos: la amnistía y la autodeterminación son un capítulo más de un problema político, no un debate jurídico entre constitucionalistas”.

Según Vázquez, es un “proyecto para que unos sigan en el Gobierno” y otros “avancen en sus objetivos independentistas” y que los “comunistas sumados” puedan conseguir “alterar” la “forma de Estado y derogar la Constitución”. “Ya aprobamos la amnistía cuando nos reconciliamos con nuestro pasado y superamos las dos Españas que hoy nos quieren volver a imponer”, añadió.

El exdiputado socialista denunció que se pretenda conceder a una amnistía a quienes hablan de “derechos” de territorio y se “olvidan” del derecho “de las personas” y a quienes convierten la educación en un “instrumento de adoctrinamiento”, una frase que de las más aplaudidas por los asistentes a la manifestación.

“CONNIVENCIA”

El primero en tomar la palabra fue el vicepresidente de Sociedad Civil Catalana y coordinador de la manifestación, Álex Ramos, encargado de moderar este acto final de la manifestación. En su intervención, denunció que los líderes políticos catalanes han creado “dos pueblos” que “viven separados”.

Ramos manifestó que “no es cierto” que las políticas actuales “hayan mejorado” la convivencia en Cataluña, por tanto, comentó que lo que Sánchez quiere hacer “no es convivencia, es connivencia”. “No estamos superando nada, se quiere volver a hacer y se mantiene la unilateralidad”, alertó.

Ante un público muy participativo, que abucheó a la portavoz del Gobierno catalán, Patricia Plaja, cuando se habló de ella y que interrumpía en ocasiones los discursos para gritar “Puigdemont a prisión” y otras consignas, Ramos puso en valor que en Barcelona había “300.000 personas” y unos “400.000” seguidores online.

También aprovechó para denunciar la “bochornosa” visita de la vicepresidenta segunda en funciones y líder de Sumar, Yolanda Díaz, al expresidente catalán Carles Puigdemont en Bruselas hace unas semanas, que “ha resucitado” a un político “en el pasado” por “un puñado de votos de Junts, un partido de derechas”.

Por su parte, la catedrática Jean Monnet ad personam, jurista especializada en derecho constitucional, Teresa Freixes, dio los buenos días la “resistencia” y recordó que seis años después está “otra vez aquí” los ciudadanos para defender “la Constitución, el Estado de derecho, la democracia y el derecho de los ciudadanos”.

Freixes lamentó que la situación es “mucho peor de lo que quieren aparentar” y afeó que la ley de amnistía, a la que parece que quieren llamar de “concordia”, pero es “discordia”. Además, criticó que esa “esa alianza mal llamada de progreso”, porque “de progreso no tiene nada”, pretende convertir a los “golpistas” en “patriotas” y “a nosotros en ciudadanos marginales”.