Según la legislación francesa, estas compañías tienen la obligación de contar con un mínimo de un 6% de trabajadores con discapacidad en su plantilla. Si no lo hacen deben pagar una contribución económica por cada empleado no contratado, que Agefiph se encarga de recaudar y distribuir con el fin de promover la inserción laboral de este colectivo.

A partir de 2010, dicha contribución experimentará un importante aumento en Francia, pasando de los 4.000 euros anuales que actualmente paga una empresa de una veintena de trabajadores que no tiene contratado ningún trabajador con discapacidad, a más de 15.000 euros anuales.

Por ello, Agefiph ha lanzado una campaña informativa de gran envergadura que incluirá anuncios en los suplementos de la prensa económica y social francesa, tanto local como nacional.

También enviará un desplegable a los responsables de las 27.000 empresas que no cumplen la cuota de contratación de personas con discapacidad en Francia, y distribuirá un boletín informativo entre 8.000 de ellas.

Asimismo, a través de su página web, la Agefiph también ofrece consejo a las empresas sobre la subcontratación de productos y servicios a empresas de empleo especial y empleo con apoyo.

Esta alternativa permite reducir hasta en un 50% la contribución que deben hacer las empresas que no contraten trabajadores con discapacidad directamente, pero actualmente sólo optan por ella el 20% de las firmas galas.