Tras conocerse hace unos días que un porcentaje de harinas animales superior al permitido se había hallado en buena parte de los piensos fanceses, el director de la AFFSA, Martin Hirsch, se ha visto en la obligación de estudiar un veto total a este tipo de ingrediente, para alejar el peligro de la "enfermedad de las vacas locas", declara al rotativo.

Existen dos hipótesis que podrían explicar la persistencia de la encefalopatía espongiforme bovina (EEB) tras la prohibición de dichas harinas en animales rumiantes, según Hirsch. Una podría ser la falta de suficientes medidas de seguridad en la alimentación del vacuno galo, que han dado luar a "cruces" de harinas que han podido contaminar estos productos.

La otra otra hipótesis es la gradual falta de eficacia de las medidas adoptadas por París desde que se pusieron en marcha en 1996, año en que se destapó toda la "crisis de las vacas locas". De cualquier manera, el director de la AFSSA admite que la situación actual "es crítica".

Por el momento, el Gobierno francés ha dejado este asunto espinoso en manos de la agencia dirigida por Hirsch, quien asegura que harán falta, al menos, tes o cuatro meses para que este organismo presente su opinión experta acerca de vetar total y definitivamente la inclusión de este tipo de harinas susceptibles de ser peligrosas.