De esta forma, el humo estará vetado en todos los bares, restaurantes, casinos y discotecas de Francia, después de que el 1 de febrero de 2007 ya se prohibiese fumar en los lugares de trabajo. Según una encuesta realizada por el Instituto para la Prevención y Educación de la Salud de París, el 79% de los franceses están a favor de esta nueva prohibición.

No será hasta el próximo 2 de enero cuando comiencen su labor los inspectores -gendarmes especializados- que velarán por el cumplimiento de la nueva norma. En una primera fase, su trabajo será meramente pedagógico y atenderán las demandas de los no fumadores deseosos de hacer respetar la ley.

En una segunda etapa, los inspectores recorrerán los lugares públicos en espacios cerrados para comprobar que la ley se cumple y multar a los infractores. Serán sanciones de 68 euros para los fumadores y 135 euros para los propietarios de los locales.

Sólo existe una posibilidad para aquellos fumadores que quieran seguir disfrutando del tabaco en espacios públicos cerrados. Los hosteleros podrán habilitar zonas de fumadores, pero siguiendo unas pautas estrictas: habitáculos cerrados con extractores de humo y equipados con puertas automáticas. Además, no se podrá consumir en estos espacios ningún tipo de bebida ni de comida.